Rompiendo los límites de la convencionalidad, nuestra cecina de buey madurada dos años desafía el estándar del sabor y la textura. Comienza con la elección de la mejor carne de buey, seleccionada con un ojo crítico para la excelencia, y continúa con un meticuloso proceso de curación que dura dos largos años, doble del tiempo habitual.
Esta duración extra en la maduración no es un capricho, es una revolución. Durante este tiempo, el sabor se intensifica, el aroma se vuelve profundo y enigmático, y la textura adquiere una sofisticación inigualable, resultando en una cecina que es una verdadera rebelión contra lo común.
Cada bocado libera una oleaada de sabores: las notas terrosas, el matiz de nuez, la sutil dulzura y, por supuesto, el fuerte y robusto sabor del buey que se ha enriquecido y desarrollado en armonía con el tiempo. A la vista, se aprecia un color rojo oscuro, casi borgoña, una señal inequívoca de su madurez
Experimenta el poder y la elegancia de una cecina verdaderamente única, una rebelde en el mundo de los embutidos.